La ventaja de no ser original


Si ustedes piensan que solo los remanufacturadores están atravesando épocas difíciles, lamento informarles que están muy equivocados. “Mal de muchos, consuelo de tontos”, dirán algunos. Prefiero pensar la situación global como una gran pizarra donde diagramar, cual técnico de futbol, los próximos movimientos de mi empresa. Esa es una de las importantes ventajas que tiene el gremio y que es el de poder observar con frialdad los cambios que están ocurriendo a nivel global y analizar de qué manera los fabricantes de productos originales y las grandes cadenas o productores van respondiendo para adaptarse. Convengamos que nuestra Industria es en definitiva el universo alternativo de ese otro mercado, un mundo paralelo donde toda alteración puede ser evaluada (hoy casi en tiempo real), inclusive mucho antes de que las consecuencias lleguen a sus tierras locales. Nuestra industria se trató siempre de copiar e innovar, no pretendamos que además de ello nos digan qué ocurrirá en el futuro, bastante ventaja se nos da con toda esa previsión.

El mercado OEM anda hace bastante tiempo muy convulsionado. A las crisis de las distintas economías mundiales que se vienen sucediendo en la última década, se les han sumado profundos cambios en los hábitos de consumo y un vertiginoso despliegue de nuevas tecnologías. Estos sismos las han obligado a modificar sus estrategias, presionados por una caída en las ventas globales de equipos y consumibles y por sus propios accionistas que ven declinando año a año sus porcentajes de beneficio. Uno de los cambios emblématicos en esta carrera fue la división de HP, que puso de manifiesto la brecha que existe entre el negocio del hardware y del software, tan relacionados como producto final pero con una dinámica distinta como negocio interno de la firma. Este mismo proceso está siendo atravesado por Xerox, a la espera de un inminente acuerdo de división. Inclusive la reciente venta de Lexmark a un consorcio asiático liderado por Apex se fue gestando en una división de áreas de negocios. El resto de las OEM ponen caritas felices, pero sus números indican que deberían usar otro emoticon. Salvo algún segmento en particular, todas están mostrando al cierre de sus balances anuales bajas en sus ingresos, ventas de unidades y beneficios y sin un panorama alentador a corto plazo.

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