Los tiempos cambian y los fabricantes de impresoras también


Por Daniel Singermann
Hace algunos meses que vemos gran movimiento en la industria de la impresión. Las distintas crisis mundiales, la competencia feroz, las nuevas tecnologías, los nuevos hábitos que van adoptando los usuarios, las necesidades actuales de las empresas, la conciencia ecológica, todo esto esta haciendo que nos replanteemos la dirección que esta tomando nuestra empresa y que hagamos cambios rápidos para no salir perdiendo.

La verdad es que en este torbellino no estamos solamente los recicladores de consumibles o las empresas que brindamos soporte técnico y reparación, aquí también están los grandes jugadores de todos los tiempos, los fabricantes de productos de impresión. Ellos saben que deben innovar y que tecnológicamente la innovación no es tan grande hoy día como para sacar una buena ventaja, entonces hay que cambiar toda la forma de pensar, hay que reinventarse, y eso es lo que están haciendo en este momento fabricantes como Epson y Lexmark y ya estamos esperando movimientos similares que harán los demás.

En el caso de Epson, hace unos años que se bajó de la impresión láser. Dejó el lugar a otros y se dedicó a fabricar impresoras de tinta, poniendo las energías en hacer lo que el cliente final demanda. Es así que comenzó su movimiento con las impresoras Epson de cartuchos separados, un invento argentino según me comentó Agustín Chacón, Vicepresidente de ventas y operaciones para Latinoamérica de Epson, en el almuerzo que compartimos en Puerto Madero en medio del encuentro de prensa que realizaron el pasado mes de abril. Cuando Epson sale al mercado con esas impresoras, cumplió con un grupo enorme de usuarios que se quejaban de tener que cambiar un cartucho porque solo le faltaba un color. Ahora el usuario podía optar por impresoras Epson que le permitían reemplazar solo el cartucho que correspondía al color que se agotó.

Pero los tiempos avanzaron y el usuario ahora quería el control total del consumible, es así que aparecen los sistemas continuos o CISS, donde unos tanque de tinta que se adicionan a la impresora permite al usuario ir agregando tinta en ellos para que los costos de impresión bajen y para no tener que depender más de comprar cartuchos originales de alto precio o alternativos de dudosa calidad y rendimiento. Epson escuchó nuevamente la necesidad del usuario y esto provocó un cambio que ninguno de los fabricantes de impresoras se animaron a hacer.

Destruyendo el paradigma

Epson lanzó al mercado impresoras Epson con sistemas CISS de fábrica. Hasta ese momento el gran paradigma era vender al costo la impresora y ganar con el consumible. Epson dio vuelta la mesa, ahora se dedican a vender lo que fabrican, impresoras. La decisión de qué tinta colocarle, queda a criterio del dueño de esa impresora, de la persona que pagó lo que ella realmente vale. Epson gana por la venta de la impresora y no le importa realmente si el cliente le compra la tinta original o no, según se expresó la Product Manager Regional de Epson, Alejandra Introna. Epson espera que el cliente desee adquirir las tintas originales por su rendimiento, calidad de impresión y porque no querrá arruinar la impresora introduciendo tintas que tal vez la dañen, dejándola fuera de garantía e incluso arruinándolas al grado de no poder ser reparada. La estrategia es buena y deja al usuario con la libertad de escoger que consumible usará en su impresora.

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