No hay reunión de remanufacturadores donde no se trate el tema compatibles. Algunas veces con preocupación, otras con resignación, pero siempre colocando a este producto en lo más alto del podio de los enemigos de la Industria. Como publicamos en la edición anterior, los factores de amenazas del cartucho remanufacturado han cambiado radicalmente en la última década, épocas donde el cartucho OEM o la mala calidad e imagen del gremio eran los señalados a la hora de evaluar las amenazas del negocio. Hoy el compatible, por precio, por ser formador de precios y además por competir en la misma franja de mercado que el remanufacturador, es claramente el principal competidor de nuestro sector y todo indica que lo seguirá siendo por un largo tiempo. Inclusive son pocas las veces que escucho a algún colega sentirse preocupado por otros aspectos amenazantes, como las predicciones que auguran la muerte del papel y de la impresión o hasta una oficina sin papeles. Tampoco percibo grandes preocupaciones acerca de la migración de los fabricantes y grandes distribuidoras hacia negocios basados en servicios de gestión de impresión o de la expansión de las tecnologías actuales que proponen manejos de datos, movilidad y ahorros de costos de impresión. La pregunta a responder, una vez más, sigue siendo: “¿Puede el remanufacturado vencer al compatible?”. Mi respuesta es un rotundo “sí, pero…”, aunque no pretendan que en el pequeño espacio de esta editorial les explique las formas.
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