Por Martín Waldeck
Una de ellas implica a la impresión 3D y muestra cómo evoluciona nuestra relación con las cosas
El mundo es cambiante y esto no es ninguna novedad. Ya hemos hablado de la evolución de la impresión 3D en mi artículo de la edición 70 de Guía del Reciclador.
Las revoluciones en curso, se podrían resumir de la siguiente manera:
1. Cómo se hacen las cosas
2. Cómo se diseñan las cosas
3. Cómo nos comunicamos
4. Cómo nos financiamos
No nos referimos a revoluciones políticas, pues estamos más allá de estos temas que dan para miles de otros comentarios o análisis. En el mundo entero hay muchas revoluciones en curso, en múltiples aspectos de la vida diaria.
La mejor muestra de que hay revoluciones en curso, es la velocidad que adquieren los cambios. Recordemos que han pasado más de 200 años de la primera revolución industrial, que consistió en un cambio en cuanto a “cómo se hacen las cosas.” Con el advenimiento de la máquina a vapor que revolucionó la industria, se pensó que sería el fin de la mano de obra, donde las máquinas irían a reemplazar a las personas, creando así un gran desempleo. Fue todo lo contrario. Se comenzó a producir mayores cantidades de productos con precios más accesibles para todo el mundo, lo cual estimuló el empleo para cubrir otras áreas de la industria y comercio.
Pero ahora, tenemos una segunda versión de esa revolución, el “cómo se hacen las cosas II”. La impresión 3D constituye la más moderna (aún invisible a los ojos de muchos), revolución industrial. Como dije en mi anterior artículo, las fábricas se trasladarán a las casas. ¿Por ello se terminarán las fábricas? ¿Se creará desempleo? ¿No habrá más comercios de venta al público? No, nada de eso.
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