Los riesgos de quedar fuera de la red


Cuando muchos de los empresarios del sector comenzaron sus negocios allá por los años 90, Internet estaba todavía en una fase de crecimiento, unos años lejos de la masificación que se produciría recién en los años 2.000. Las páginas webs comenzaron a aparecer como elemento institucional de la empresa y los contactos comerciales se producían a través de correos electrónicos configurados en computadoras de escritorio o bien con el tradicional llamado telefónico. Estoy seguro que muchos aún guardan en algún lugar de su oficina, carpetas o cajitas de plástico repletas de tarjetas personales, que se recolectaban en exposiciones o visitas o hasta ficheros escritos a mano con los datos de prospectos y clientes.
Esas fichas o tarjetas eran casi el corazón del área de ventas, el santo grial al que solo pocos tenían acceso. Las pocas revistas del gremio se editaban en inglés y eran coleccionadas como enciclopedias porque eran casi la única fuente de información técnica. Y así podríamos seguir escribiendo páginas enteras de las anécdotas que cada uno tiene de esas épocas, recordando aquellas primeras formas comerciales. Hoy, a menos de dos décadas,pareceríamos estar contando cuentos de la prehistoria y nos sorprendemos de cómo logramos sobrevivir y prosperar con tanta limitación de recursos.
La irrupción de las redes sociales, cuya bandera inicial fue la creación de Facebook en el 2006, conformaron una evolución de Internet: el acceso a la información pasó de ser unidireccional a convertirse en una compleja red de intercambio comercial y personal.

Extracto de editorial, vea la revista, click aqui.