Toshiba Corporation de Tokio (Japón) advirtió recientemente que hay "dudas sustanciales" sobre si será capaz de continuar como una empresa en marcha después de haber informado una pérdida neta de 648 mil millones de yenes (5.900 millones de dólares) para sus nueve meses que finalizaron en diciembre de 2016, después de posponer dos fechas límite para reportar sus ganancias. Dado que su auditor, PricewaterhouseCoopers, tampoco aprobó el informe de ganancias de Toshiba, también existe la posibilidad de que Toshiba pueda ser retirada del mercado de valores.
Las dificultades financieras de Toshiba comenzaron con el colapso de su negocio nuclear estadounidense, Westinghouse Electric, que solicitó el mes pasado la protección de bancarrota en los Estados Unidos.
La firma señala que, aparte de su negocio nuclear, casi todos los otros segmentos mejoraron su rentabilidad. Aunque las ventas de su grupo Retail y Printing Solutions bajaron un 32,2 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior, los ingresos operativos aumentaron un 73,9 por ciento, frente a una pérdida del período anterior.
En febrero pasado, Toshiba TEC de Toshiba Corporation, una corporación operada de forma independiente, informó que las ventas netas cayeron un 7,5 por ciento en el período de nueve meses, pero el ingreso operacional subió un 220,2 por ciento. Toshiba TEC es el propietario mayoritario de Toshiba America Business Solutions (TABS), y aunque en un momento algunas fuentes dijeron que Toshiba Corporation podría estar considerando vender Toshiba TEC, Toshiba ha dicho que probablemente no lo hará.
Toshiba Corporation ha puesto en venta su unidad de chips de memoria, con posibles pretendientes, entre ellos Hon Hai Precision Industry (también conocida como Foxconn), SK Hynix, de Corea del Sur y el fabricante de chips Broadcom, de quienes se asegura han presentado ofertas preliminares.