Desde que tuvo lugar la transformación de la impresión de impacto (máquinas de escribir, matriz de punto, etc.) a sin impacto (tinta y laser) durante los ochenta y noventa, las tecnologías dominantes de tinta y láser se han dividido como tales.  La tecnología basada en láser siempre ha sido percibida como más adecuada para entornos de negocios y la tinta más adecuada para ambientes de hogares y pequeñas oficinas.

Las razones por las que una tecnología funcionó tan bien en un ambiente de negocios y la otra no, son muy claras:
1. Calidad
2. Velocidad
3. Durabilidad y rendimiento

En el otro lado de la ecuación, y la razón subyacente del por qué las impresoras inkjet se hicieron populares en su segmento del mercado, fue el bajo costo de entrada y el costo de operación relativamente bajo cuando se utiliza en entornos de impresión de bajo volumen, por ejemplo en hogares.

Así, terminamos con dos plataformas de hardware diferentes penetrando dos diferentes segmentos del mercado con una tecnología láser relativamente concentrada en entornos de producción de mayor volumen (empresas) y tecnología de tinta ampliamente dispersa en millones de entornos de impresión de bajo volumen como casas individuales y pequeñas empresas.

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