Sobrecarga digital por el uso de video
La pandemia ha creado una oleada de videoconferencias tanto personales como profesionales. Zoom ha visto cómo el uso de su plataforma se ha disparado como resultado del cambio repentino al trabajo desde casa.
Según CNBC, Zoom promedió 148,4 millones de usuarios activos mensuales en el segundo trimestre de 2020, un aumento del 4,700% interanual. Los ingresos del segundo trimestre de Zoom (que finalizan el 31 de julio de 2020) son más del doble del primer trimestre a 663,5 millones de dólares estadounidenses, lo que representa un crecimiento del 355 por ciento en comparación con el mismo período de 2019. Con muchas empresas que permiten a sus empleados trabajar desde casa de forma indefinida, el uso de la colaboración virtual está aquí en el futuro previsible.
Si bien el uso de plataformas de colaboración de video como Zoom, Slack y Microsoft Teams se ha convertido en parte integral de la conexión de la fuerza laboral remota de hoy, muchos están experimentando una sobrecarga digital o "fatiga del zoom".
Los períodos prolongados de reuniones en línea pueden ser más agotadores ya que el cerebro está trabajando más para captar las señales sociales que normalmente se experimentan en persona. Las interacciones de video pueden ser más agotadoras por varias razones, ya sea por tener que estar siempre listo para la cámara, tener que enfocarse en múltiples cabezas o lidiar con interrupciones o problemas de red que causan que las sesiones se corten o que la pantalla o el audio se congelen.
Los desintoxicantes digitales se convierten en papel
La fatiga digital está llevando a muchos a emprender una "desintoxicación digital" y a desconectarse del ruidoso mundo en línea. Para algunos, esto significa redescubrir los beneficios de la página impresa; el papel es más fácil de referenciar, anotar y causa menos tensión en la vista que una pantalla. El tiempo alejado de las pantallas que emiten luz azul, especialmente antes de dormir, también tiene un efecto beneficioso sobre los patrones de sueño, lo que a su vez puede ayudar a mejorar la salud mental, algo que se ha convertido en una prioridad a medida que las trabajadoras a domicilio se adaptan al estrés único de los últimos meses.
En nuestra vida personal, muchos han vuelto a los libros impresos (o audiolibros). Mientras que las ventas de libros electrónicos han aumentado durante el cierre, las ventas de libros impresos se mantienen. Según una encuesta realizada por los analistas de mercado Nielsen Book, el 41% de los adultos del Reino Unido leen más libros durante el cierre y un tercio dice que leen más libros impresos. En los cuatro meses hasta el 30 de junio de 2020, la editorial Bloomsbury informó un aumento del 9% en los libros impresos.
El correo directo también está logrando eliminar el ruido en línea a medida que las bandejas de entrada digitales se desbordan. El buzón de correo no es tan ruidoso como las fuentes de las redes sociales o las bandejas de entrada de correo electrónico, lo que ofrece una mejor manera de interactuar con las personas que trabajan en casa. Según JICMAIL, el bloqueo ha contribuido a un aumento interanual del 11 por ciento en la cantidad de veces que se interactuó con un correo postal directo.
El cambio forzado en los estilos de trabajo también está impulsando la demanda de impresión entre los trabajadores a domicilio.
Si bien una computadora portátil hubiera sido suficiente como referencia o para tomar notas durante una reunión cara a cara, muchos ahora están poniendo el lápiz sobre el papel para tomar notas durante las videollamadas para evitar que los teclados ruidosos interrumpan la calidad del audio y la necesidad de múltiples pantallas. De manera similar, los participantes están imprimiendo materiales de referencia para tenerlos a mano mientras usan la pantalla de su computadora portátil para las llamadas. Como resultado, la capacidad de imprimir en casa se está convirtiendo en un factor importante en la productividad y los estilos de trabajo preferidos.
Fuente: https://www.rtmworld.com/features/is-zoom-fatigue-signalling-a-return-to-the-printed-page/