Por Gustavo Molinatti
Entre los muchos efectos que provocó esta interminable pandemia, uno que no sorprende fue el de la división y transformación de las pequeñas y medianas empresas (PYME o SMB) en pequeñas oficinas y oficinas hogareñas (SOHO). Las cuarentenas y la consecuente necesidad del teletrabajo, obligó a las empresas públicas y privadas a tener grandes porciones de su fuerza laboral trabajando de forma remota, convirtiendo nuestros hogares en nuestras oficinas.
Este urgente cambio no solo obligó a adaptar partes de cada hogar en un puesto de trabajo o en un aula, sino que además generó la necesidad de incorporar dispositivos, herramientas y soluciones locales y remotas para continuar esta nueva normalidad. La conectividad, las soluciones de impresión, la seguridad de información, las plataformas basadas en nube, fueron algunos de los tantos elementos que cada empresa y cada trabajador tuvo que actualizar, incorporar o adquirir para enfrentar esta inédita situación.