Por Gustavo Molinatti
El cierre de 2025 deja una industria de impresión y gestión documental en plena reconfiguración. No fue un año de crecimiento explosivo, sino de decisiones estructurales, ajustes defensivos y apuestas tecnológicas que marcarán el rumbo del negocio en los próximos años. Desde movimientos corporativos de alto impacto hasta la presión de los aranceles y la aceleración de la inteligencia artificial, el sector parece haber aceptado una realidad: el volumen ya no es el centro de la ecuación.
Xerox y Lexmark: consolidación como respuesta
La adquisición de Lexmark por parte de Xerox fue, sin dudas, el hecho más relevante del año. Más allá del monto de la operación, el mensaje es claro: la escala, la cartera de clientes y los servicios pesan hoy más que el hardware en sí. La consolidación aparece como una forma de ganar eficiencia, defender márgenes y reforzar capacidades en software, servicios gestionados y soluciones verticales.
Este movimiento también confirma una tendencia que se viene observando hace tiempo: los grandes OEM ya no compiten únicamente por cuota de mercado, sino por relevancia estratégica dentro de los entornos IT de sus clientes.
Aranceles: un problema inmediato, una batalla a mediano plazo
Durante 2025, los aranceles se convirtieron en un factor de presión constante para los fabricantes. Impactaron directamente en costos, márgenes y planificación, especialmente en un contexto donde la cadena de suministro global sigue lejos de la normalidad prepandemia.
Sin embargo, hacia el cierre del año comenzó a instalarse otra narrativa: 2026 podría ser el año de los reembolsos y correcciones. Varios OEM esperan recuperar parte de lo pagado, ya sea por revisiones regulatorias, fallos judiciales o ajustes en políticas comerciales. Esto no implica un alivio inmediato, pero sí explica por qué muchas compañías optaron por resistir, ajustar y esperar, en lugar de trasladar todo el impacto al canal o al cliente final.
IA y cloud: de promesa a implementación real
Si 2023 y 2024 fueron años de discurso, 2025 mostró una adopción mucho más concreta de inteligencia artificial, automatización y plataformas cloud dentro del ecosistema de impresión y gestión documental.
La IA dejó de ser un concepto aspiracional para convertirse en una herramienta aplicada a:
• Automatización de flujos documentales
• Procesamiento inteligente de documentos
• Analítica avanzada del uso de dispositivos
• Mejora de la seguridad y detección de anomalías
En paralelo, el cloud se consolida como la arquitectura dominante para servicios de impresión gestionados, especialmente en organizaciones distribuidas y entornos híbridos de trabajo.
Seguridad: el eje silencioso
Mientras la atención suele centrarse en IA y costos, la seguridad continúa ganando peso como argumento comercial y técnico. Los dispositivos de impresión son cada vez más reconocidos como puntos críticos dentro de la red corporativa, y los OEM están reforzando sus propuestas con capas adicionales de protección, monitoreo y cumplimiento normativo.
Este enfoque no solo responde a una necesidad real del cliente, sino que también permite reposicionar la impresión como parte integral de la infraestructura IT, y no como un commodity periférico.
La mirada en América Latina
Para el canal de impresión en América Latina, estas tendencias tienen una lectura muy concreta: el negocio que viene no se sostiene solo con volumen ni con precio. La consolidación entre OEM, los efectos de los aranceles y la aceleración de soluciones basadas en IA y cloud van a redefinir condiciones comerciales, portafolios y reglas de juego. Quienes sigan operando únicamente como proveedores de hardware o consumibles quedarán más expuestos a la presión de márgenes y a cambios decididos desde afuera de la región. En cambio, los actores que sumen servicios, soporte, gestión, contratos y conocimiento real del cliente estarán mejor posicionados para negociar, diferenciarse y capturar valor. Adaptarse ya no es una opción estratégica, es una decisión comercial urgente.
Menos volumen, más estrategia
De cara a 2026, el escenario parece claro:
• Los OEM intentarán recuperar parte del impacto arancelario sufrido en 2025.
• La inversión en IA, cloud y seguridad continuará, no como diferenciador opcional, sino como requisito básico.
• El negocio seguirá desplazándose desde el hardware hacia los servicios, el software y la integración.
No se trata de un renacimiento del mercado, sino de su transformación definitiva. Las empresas que entiendan este cambio —y actúen en consecuencia— estarán mejor posicionadas para un futuro donde imprimir será solo una parte, cada vez más pequeña, de una propuesta de valor mucho más amplia.

