El fin de una era industrial en Europa
Xerox confirmó el cierre definitivo de su planta de fabricación de tóner en Dundalk, condado de Louth (Irlanda) hacia fines de 2025, marcando el final de una operación histórica para la compañía y para la industria de impresión en Europa.
La planta de fabricación de tóner de Xerox en Dundalk ha sido vendida y los últimos trabajadores han sido despedidos
Según informó The Argus (Irlanda), la instalación ya fue vendida y los últimos trabajadores han recibido paquetes de indemnización en los últimos días, confirmando que el proceso de cierre se encuentra en su etapa final.
Un portavoz de Xerox, Justin Capella, confirmó oficialmente que la fábrica “cerrará a fin de año” y explicó que la decisión forma parte de una estrategia corporativa más amplia:
“La decisión refleja nuestros esfuerzos continuos por simplificar el negocio y alinearlo con las necesidades de los clientes actuales”, señaló.
Capella también indicó que parte de la producción de tóner será trasladada a la planta de Xerox en Webster, Nueva York (EE. UU.), lo que refuerza la tendencia de consolidación industrial fuera de Europa.
Una planta emblemática
La instalación de Dundalk —conocida como Building E— cuenta con una superficie de 156.658 pies cuadrados (14.554 m²) y formaba parte de un complejo industrial mayor de 110 acres, que dio origen al Xerox Business Park, al sur de la ciudad.
En su momento, la llegada de Xerox a Irlanda fue considerada un gran logro para la IDA (Industrial Development Agency). En 1999, la compañía anunció la apertura de una planta de impresoras inkjet en Dundalk, junto con otra instalación en Blanchardstown (Dublín), con una proyección de hasta 2.100 empleos.
Sin embargo, la rápida evolución tecnológica y los cambios estructurales del mercado de impresión hicieron que esas expectativas nunca se concretaran. Durante las décadas siguientes, las operaciones fueron reduciéndose progresivamente.
El contexto global
El cierre de Dundalk no es un hecho aislado. En 2024, Xerox anunció un plan para reducir su fuerza laboral global en un 15 % durante el primer trimestre, como parte de un proceso de reestructuración profunda. Aunque en ese momento la empresa aseguró que la planta de tóner no se vería afectada, la decisión actual confirma que aquel anuncio fue el principio del fin para la operación irlandesa.
Xerox no confirmó cuántos empleados permanecían activos en Dundalk al momento del cierre, indicando que la compañía “no comenta sobre empleados afectados”.
El cierre de esta planta simboliza el ocaso de una etapa clave en la manufactura de consumibles de impresión en Europa, y refuerza una tendencia que el sector viene observando desde hace años: menos producción local, mayor concentración industrial y una redefinición profunda del rol del hardware y los insumos tradicionales en la estrategia de las grandes marcas.

