En esta época del año todos los editores solemos apelar a habituales recursos inspiradores, algo así como un libro de autoayuda al remanufacturador. Hablamos de “tendencias”, “cambio de etapa”, “reflexión” y tantas otras frases más. Hasta nos tentamos de adjuntarle la imagen de una bola de cristal, si es con la hechizera mejor todavía. Admito que, en lo personal, el comienzo de cada año me provoca inevitablemente la necesidad de resumir qué pasó y qué puede pasar. Anoto objetivos, analizo nuevos caminos. Diría que es casi el único momento del año en el que puedo abstraerme de mi día a día para pensar todos los aspectos de mi negocio. ¿Hacia dónde vamos? Dudo que exista la respuesta que nos sirva a todos. En lo relacionado al gremio, hay caminos que parecen ya estar trazados. Los productos chinos de bajo costo se volvieron cada vez más disponibles en toda la región latina, donde un número creciente de proveedores de suministros decidieron cambiar producción por importación y venta de cartuchos terminados. Gran cantidad de remanufacturadores se han convertido de en distribuidores y cerraron sus líneas de producción. Además, muchas de las compañías que siguen remanufacturando acuden a China cuando es necesario para complementar sus líneas de producción con cartuchos que no podrían ser producidos de forma rentable dentro de su empresa.
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