Kodak, con 133 años de historia, podría cesar sus operaciones

Eastman Kodak, la legendaria compañía que revolucionó la fotografía, atraviesa una grave crisis financiera y ha alertado a sus inversores que podría no sobrevivir mucho más tiempo.

En su último informe de ganancias, Kodak señaló que no cuenta con financiamiento comprometido ni liquidez disponible para cubrir cerca de 500 millones de dólares en obligaciones de deuda próximas. La empresa reconoció que estas condiciones generan "dudas sustanciales sobre su capacidad para continuar como negocio en marcha".

Para intentar generar flujo de caja, Kodak anunció que planea suspender los pagos de su plan de pensiones para jubilados. Por otro lado, minimizó el impacto de las tarifas comerciales en sus operaciones, ya que fabrica muchos de sus productos —cámaras, tintas y películas— dentro de Estados Unidos.

El CEO Jim Continenza destacó que a pesar del ambiente incierto, la compañía sigue avanzando en su plan a largo plazo. Sin embargo, la reacción del mercado fue negativa, con una caída de más del 7% en sus acciones durante la apertura del mercado.

Un gigante que cambió la historia de la fotografía

Kodak fue fundada en 1888 por George Eastman, quien lanzó la primera cámara Kodak con la premisa simple y revolucionaria: “Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto”. Esta frase resumía la visión de Eastman de democratizar la fotografía, haciéndola accesible para el público general sin necesidad de conocimientos técnicos.

Durante gran parte del siglo XX, Kodak dominó el mercado fotográfico. En la década de 1970, controlaba el 90% de las ventas de película y el 85% de cámaras en Estados Unidos. Su película Kodachrome incluso inspiró la famosa canción de Paul Simon en 1973.

El declive ante la innovación que no supieron capitalizar

Curiosamente, Kodak fue pionera en tecnología digital al inventar la primera cámara digital en 1975, pero no logró aprovechar esta innovación. La negativa a adaptarse a la nueva era digital provocó su caída.

En 2012, Kodak se declaró en bancarrota con una deuda de 6.750 millones de dólares y más de 100.000 acreedores.

En años recientes, la empresa intentó diversificar su negocio, incluso entrando al sector farmacéutico en 2020 tras un contrato del gobierno estadounidense, lo que momentáneamente impulsó su cotización bursátil.

Hoy, Kodak continúa fabricando películas y productos químicos para industrias como la cinematográfica, además de licenciar su marca para distintos productos de consumo. Pero la pregunta que queda en el aire es si esta centenaria compañía podrá sobrevivir a los retos actuales y reescribir su historia una vez más.