6 usos curiosos de la impresión 3D

Si bien la impresión 3D existe desde hace tiempo, lo cierto es que estas máquinas han experimentado un gran avance durante los últimos años. Un ámbito en el que destacan aquellas pensadas en el uso doméstico y otras capaces de dar lugar a prototipos increíbles en tres dimensiones. Sí, porque incluso tienen cabida en los contextos más curiosos.

Me refiero a iniciativas que permiten a los padres “tocar” a sus hijos en pleno proceso de gestación, a miniaturas que recrean la decoración de una casa empleadas por interioristas, y a otras propuestas reales y muy interesantes que plasman el estado de madurez de esta técnica. ¿No nos crees? Pues alucina, porque te mostramos 6 usos curiosos de la impresión 3D, a continuación.

Para tocar a tu hijo antes de que nazca


Para empezar, este tipo de técnica ha dado lugar a una nueva moda: la de imprimir las ecografías de los fetos en tres dimensiones. Algo que podría resultar inquietante y perturbador, pero que permite a los padres conocer el aspecto que va adquiriendo su hijo antes de que nazca.

La técnica, que nació hace un par de años (los inicios del proyecto se remontan a 2010), ha cobrado interés durante este último año con el nacimiento y popularización de empresas especializadas como Baby3DPrint, una compañía guipuzcoana que ofrece servicios de este tipo.

La nipona Fasotec fue una de las pioneras, aunque arrullar uno de sus fetos te costará sobre los 900 euros.

En el ámbito gastronómico



El desarrollo de la tecnología y el gusto por paladear cada comida ha dado lugar a una nueva ciencia: la gastrotecnología. Un ámbito en el que también tienen cabida las impresoras en 3D.

De hecho, no sólo se emplean para imprimir alimentos tradicionales, sino para conseguir texturas imposibles nunca vistas.

Las hay muy específicas, incluso expertas en gominolas, como Magic Candy Factory, una impresora que crea modelos personalizados de esta “chuche” de entre 15 y 20 gramos totalmente comestibles; y un gadget que ya ha hecho las delicias de cientos de niños.

PancakeBot, como su propio nombre indica, es otra perfecta para golosos. Está especializada en panqueques (o tortitas), que pueden dibujarse al gusto.

Cabe destacar también un proyecto que la Universidad de Columbia en Nueva York dio a conocer este mismo verano: una impresora 3D que podrá cocinar los alimentos e imprimirlos sobre el plato con una presentación atractiva.

El objetivo, sin embargo, se encuentra lejos de satisfacer los paladares, sino que, según dicen, se trata de disminuir la cantidad de comida que se desperdicia, pues la impresión solo usaría la imprescindible.

Otros estudiantes del MIT incluso se atrevieron a crear un helado en forma de estrella mediante este sistema. Y evitaron que se derritiera pulverizándolo con helado líquido. Para lograrlo modificaron una impresora Solidoodle, que incluso llegaron a meter en el congelador; una iniciativa curiosa en la que también redujeron el tiempo de impresión.

Para crear prótesis muy especiales



La medicina es otra de las ramas que se ha visto ampliamente beneficiada por la impresión en 3D, sobre todo en lo que a prótesis personalizadas se refiere. Así, este tipo de implantes están sustituyendo a los tradicionales para dar lugar a piezas adaptadas a cada paciente.

Resalta la réplica de tráquea en 3D desarrollada por profesionales de la Universidad de Michigan y que consiguió salvar la vida de un pequeño ya en 2013; así como la recreación de la columna vertebral completa de un chico de 12 años, que llevó a cabo el Tercer Hospital Universitario de Pekín.

En 2014, otro equipo de médicos hizo lo propio con la vida de una mujer al sustituir parte de su cráneo por un implante de plástico. Y este mismo verano conocimos el caso de Shirley Anderson, un hombre que perdió la parte inferior de su mandíbula como consecuencia del cáncer, pero que ha podido recuperarla gracias a una prótesis de silicona impresa con este tipo de técnica.

Las últimas investigaciones, incluso, apuntan a dispositivos capaces de dar lugar a tejido humano a gran escala. Unas máquinas que emplean una tinta elaborada a base de células y plástico biodegradable con la que es posible crear músculos, cartílagos y huesos. Un paso muy interesante que plasmó hace unos meses la revista Nature Biotechnologies y que supone un gran avance: el de que éstos puedan sobrevivir y evolucionar una vez implantados.

Para producir medicamentos y “escayolas” inteligentes



A principios de agosto de 2015, asimismo, la FDA aprobó por primera vez la producción de un medicamento con estos gadgets. Se trata de un medicamento para la epilepsia llamado Spritam. La decisión del organismo abrió la veda a la personalización de los medicamentos, con dosis más sencillas de ajustar a las necesidades de cada paciente.

Por otra parte, y si alguna vez has sufrido un esguince, seguro que recuerdas la incomodidad de la escayola. Algo que pretenden solucionar desde la española Xkelet, una startup que ha dado lugar a una férula ligera e impresa en 3D, que adelanta hasta 15 días el proceso de recuperación y que permite empezar la fisioterapia de rehabilitación rápidamente.

En interiorismo y arquitectura

3D Print Canal House from 3D Print Canal House on Vimeo.

Más allá de la medicina, la impresión en 3D también puede dar lugar a soluciones de diseño muy interesantes. Y para muestra la idea de Craig Broady, un ingeniero de FormLabs que ha decidido usarla para dar lugar a una maqueta a escala de su casa. Su proyecto se llama Tiny Town y sus inicios buscaban algo muy sencillo: ayudarle a decorarla.

Sin embargo, el asunto va más allá e incluso alcanza la construcción de edificios. Y no me estoy refiriendo únicamente a la fabricación de elementos concretos, sino que incluso existen casas elaboradas enteramente con este tipo de técnicas. En Dubai, por ejemplo, encontramos las primeras oficinas impresas en tres dimensiones y totalmente funcionales.

Un prototipo presentado hace poco más de un año que ha acabado convirtiéndose en un espacio de 823 metros cuadrados, con varios pisos, y para cuya construcción sólo tardó 17 días. Incluso los interiores han sido fabricados con estas máquinas.

Su estructura es perfectamente sólida y cuenta con un material elaborado con hormigón especial blindado, plástico reforzado con fibra y fibra de vidrio.

Sorprendentemente, no se trata del primero, sino que, ya en 2002, la china Winsun New Materials creó la primera impresora en 3D enfocada a construir casas en tiempo récord.
Con 6,6 metros de alto y 150 metros de largo, emplea una tinta de cemento y fibra de cristal que reduce los costes a casi la mitad y también el tiempo en el que tardan en levantarse los muros.

Otro proyecto, esta vez holandés, que merece ser mencionado, es 3D Print Canal House, una casa de 13 habitaciones con muebles incluidos fabricada de esta manera.

Recrear un cuadro famoso y dar vida a nuestros diseños



Para acabar, no podemos dejar de hablar de la innovadora impresora desarrollada por el holandés Tim Zaman, que se mete de lleno en el mundo del arte para reproducir con texturas y parámetros concretos las obras de los pintores más famosos de antaño. Una máquina que emula cada pincelada y obtiene copias milimétricamente exactas a los cuadros originales.

La propuesta de 3Doodleer, va un paso más en este ámbito: un bolígrafo capaz de dar vida a los trazos dibujados a mano alzada. Un pequeño gadget de aspecto aparentemente sencillo, que incluye su propio ventilador para regular el secado del material y hasta un sensor de temperatura para poder jugar con las propiedades del material.

Fuente: www.mediatrends.es